La selección de personal es fundamental para crear un equipo competitivo y aportar valor a la empresa, por ello, debe ser un pilar importante dentro de cualquier estrategia empresarial.
Si se selecciona personal sin tener en cuenta las competencias necesarias para cubrir el puesto o los valores de la empresa, casi seguro que surgirán problemas de adaptación e integración.
Son muchas las consecuencias que se derivan de una mala selección de personal, entre ellas podemos señalar:
Un peor clima laboral. Las emociones se contagian y si contamos con personal que no está satisfecho o que no se adapta al puesto puede llegar a contaminar el clima de la compañía.
Un aumento en los costos; si se contrata gente que no se adecuan al perfil del puesto, los costos en formación/capacitación aumentarán. Es importante conocer bien el puesto y, a partir de ahí, definir las competencias necesarias para un buen desempeño. Una vez definidas hay que detectarlas en la entrevista de selección.
Por lo tanto podemos hablar de seis características claves que debemos detectar en los candidatos antes de contratar:
- Actitud: ¿Hay abundancia de ‘puedo hacerlo’ o desgana y el foco puesto en los obstáculos?
- Inteligencia: ¿Pueden hacer el trabajo o aprender rápidamente cómo hacer el trabajo?
- Carácter: ¿Cuáles son sus valores personales fundamentales?
- Motivación: ¿Son auto-motivados para lograr sus metas y las tuyas?
- Experiencia: ¿Qué han hecho en el pasado para prepararse para lo que usted quiere que hagan ahora?
- Encajar: ¿Encaja realmente en vuestra cultura, valores organizacionales, puede ayudarle a lograr su misión y avanzar en su visión?.
Todo proceso de selección requiere del tiempo necesario para encontrar al candidato más adecuado, así como de un trabajo anterior de definición de puestos de trabajo y de definición de los perfiles de los trabajadores que necesitamos para nuestra organización.